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José Luis Bonet: “Lugo necesita absolutamente una Cámara de Comercio”
La Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Lugo reunió hoy en Láncara (en Casa Toirán) a una treintena de empresarios lucenses para escuchar a José Luis Bonet, presidente de la Cámara de Comercio de España desde 2014 y uno de los artífices de la expansión del Grupo Freixenet y del cambio de modelo o “refundación” del sistema cameral en el país.
Bonet declaró con firmeza que “Lugo necesita absolutamente una Cámara de Comercio” y pidió a la “Administración tutelante un paso al frente” para garantizar su funcionamiento. “No podemos privar a los empresarios lucenses de apoyos” como los que gestionan las Cámaras de Comercio.
El encuentro empresarial contó también con intervenciones del alcalde de Láncara, Darío Piñeiro; Pablo Junceda, director general del Sabadell Gallego o María Jesús Lorenzana, conselleira de Economía, Industria e Innovación, que clausuró un evento al que además de empresarios de la provincia, asistieron el presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG), José Manuel Vieites; el presidente de la Confederación de Empresarios de A Coruña, Antonio Fontenla; o la presidenta del Consello Superior de Cámaras de Galicia, María Pais, entre otros.
Refundación
José Luis Bonet impartió la conferencia magistral “IMPACTO de las Cámaras de Comercio en el desarrollo social y económico del territorio. La refundación del sistema cameral”, en la que realizó un repaso por la historia de los entes camerales españoles, desde su puesta en marcha en 1886 a su consolidación como instrumento de apoyo a las empresas durante la Transición.
Subrayó el carácter estratégico de las Cámaras en su función de “defensa institucional” del sistema constitucional en España, el marco que ha propiciado la gran “transformación” de país y que ilustró con datos como la subida del PIB per cápita (de 1.000 euros en 1975 a los 30.000 actuales), el incremento de número de trabajadores ocupados (de 12,9 millones en el 75 a más de 21 millones), o la evolución del peso de las exportaciones sobre el PIB, del 11,3% al 45%, entre otros.
En relación a este último dato, Bonet puso en especial valor el papel de las Cámaras de Comercio en los procesos de internacionalización de las empresas españolas y significó el apoyo que prestan en otras áreas como impulso de la digitalización o formación, a través de ayudas como la gestión del programa PICE, orientado a la capacitación profesional y formación práctica de jóvenes. Programas a los que en estos momentos la Cámara de Comercio de Lugo no puede optar, quedando los empresarios y la ciudadanía de la provincia al margen.
Segunda división
Al respecto, en su intervención Jaime López, presidente de la Cámara de Lugo y también secretario general de la Confederación de Empresarios de Lugo (CEL), destacó que en la provincia existen empresas muy desconocidas fuera que hacen “grandes cosas” y exportan a decenas de países “a pesar de las dificultades inherentes a territorios como el nuestro”.
“Mientras en otros territorios, además de con mejores comunicaciones, conexiones e infraestructuras, cuentan con apoyos específicos para que las empresas crezcan, se internacionalicen, se digitalicen, adapten la formación de sus trabajadores… a través de las Cámaras de Comercio, los empresarios de Lugo estamos en segunda división” – manifestó López-, recordando que a pesar de los esfuerzo por evitar la desaparición de la Cámara lucense, hoy esta no puede concurrir a otros programas de apoyo para las empresas de Lugo, para lo que necesitaría el respaldo y el compromiso expreso de las diferentes instituciones y Administraciones implicadas”.
Así, reclamó un ente cameral para la provincia “a pleno rendimiento” y no “en servicios mínimos” como se encuentra en estos momentos, siendo para Lugo lo que las Cámara significan en otros territorios “un instrumento práctico de impulso económico y social”.
Herramienta de apoyo
Por su parte, Pablo Junceda, director general del Sabadell Gallego, recordó en su intervención que las Cámaras de Comercio de España son “una eficaz herramienta de apoyo al empresariado que siempre han estado a la altura de las circunstancias; siendo el reflejo de una España empresarial pujante, fuerte, comprometida y verdadera enseña de la mejor España por el mundo”.
Resaltó especialmente que las Cámaras “siempre han ayudado, apoyado y vertebrado el salto exterior de la economía española”, recordó que cuentan con “más de 10.000 oficinas en la práctica totalidad de los países, constituyendo el eje común y permanente de las relaciones empresariales y comerciales internacionales” y apostó por una “renovada Cámara de Comercio de Lugo” para ayudar a “generar riqueza, bienestar y puestos de trabajo”.